Un verdadero caballero, no quiere hacerse notar por su vestimenta. Él confía en su inteligencia, ingenio, y su sonrisa para que lo diferencie de todos los demás. Es recordado por el placer de su compañía y el encanto de su conversación. Simplemente tiene el deseo de vestirse de forma apropiada para la ocasión, luce de la mejor manera posible a diario, ya que no sabe si hoy puede ser el día que se encuentre con un cliente potencial o con el amor de su vida.